En el orden al bat de cualquier equipo, el quinto turno es una posición estratégica: debe combinar contacto, poder y oportunidad. Es el punto de quiebre entre el corazón ofensivo y la parte baja del lineup. En los Rojos de Jiménez, ese rol se ha convertido en un verdadero problema sin solución clara. Varios han pasado por ahí, pocos han respondido. Y la pregunta es inevitable: ¿quién debe quedarse con esa silla caliente?
La rotación fallida del quinto bat
A lo largo de la temporada, los Rojos han probado con múltiples candidatos. Algunos con experiencia, otros con potencial, pero ninguno ha logrado consolidarse en el rol. El resultado ha sido una baja producción justo detrás de los hombres que más se embasan y producen: El Rorro Valdés, Valentín Hernández y Edgar Salazar.
Cuando el primer tercio del lineup cumple su trabajo y pone hombres en base, el quinto bat ha fallado en avanzar el ataque. Ya sea por ponches, rolas al cuadro o flys sin daño, las oportunidades se han ido esfumando. Eso no solo frustra rallies, sino que también desgasta emocionalmente a un equipo que sabe que necesita anotar más para compensar las inconsistencias de su bullpen.
Barradas: ¿solución o espejismo?
En medio de esa rotación, ha emergido una opción interesante: Manuel Barradas. Aunque su AVG de .290 no salta a la vista de inmediato, su OBP de .450 y SLG de .484 revelan a un bateador que selecciona bien los lanzamientos, conecta con autoridad y sabe extender turnos. Tiene dos cuadrangulares y seis remolcadas en apenas 31 turnos oficiales, y ha mostrado capacidad para producir incluso con dos outs.
Además, su enfoque en el plato contrasta con otros candidatos, que tienden a perseguir lanzamientos fuera de la zona y caen en ponches clave. Barradas no solo embasa, sino que da batazos que cambian entradas, y eso es justo lo que se necesita del quinto en el orden.
¿Momento de tomar una decisión?
No se trata de coronarlo de inmediato, pero el momento de definir llegó hace semanas. El quinto bat no puede seguir siendo una posición experimental. Mientras otros siguen fallando en oportunidades con hombres en base, Barradas ya ha ofrecido resultados consistentes y calidad en sus turnos. Si se busca estabilidad, si se quiere darle continuidad al lineup, es tiempo de dejar de parchar y empezar a construir.
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