Linder Castro: La oportunidad que se esfumó en una entrada

Jiménez, Chih. – En el béisbol, como en la vida, las oportunidades no siempre regresan. Y lo ocurrido el pasado viernes en el arranque del Campeonato Estatal 2025 fue un recordatorio crudo de esa realidad. Linder Castro, el lanzador profesional de los Rojos de Jiménez, tuvo en sus manos la posibilidad de consolidarse como el líder de una rotación joven, pero su presentación fue, por decirlo suavemente, desafortunada.

En apenas 1.1 entradas de labor, Castro permitió 7 carreras limpias, 5 imparables, 2 bases por bola y apenas logró 2 ponches. Una línea estadística difícil de justificar para un profesional, más aún cuando se esperaba que su experiencia diera estabilidad desde el montículo.

El descontrol fue evidente desde los primeros lanzamientos. Velocidad limitada, rompientes sin efecto, y sobre todo, una pasividad alarmante ante un lineup agresivo como el de Mineros de Parral. Como bien apuntaron algunos medios locales “no se le vio velocidad, ni dominio… los bateadores simplemente lo esperaban”.

Y es que no fue un accidente aislado. En el regional previo al estatal, Linder ya había mostrado señales preocupantes. Según el análisis del cuerpo técnico y de cronistas locales, no tuvo una sola salida sólida en todo el torneo regional. Aun así, se le dio el voto de confianza para abrir el Juego 1 de la serie ante Parral. ¿La respuesta? Una pesadilla desde la loma.

En contraste, nombres como David Hernández, Julián Reyes o incluso el joven Navarro demostraron que hay brazos en Jiménez con hambre, con ritmo y con entrega. El problema es que no pueden cargar todo el peso si los abridores no responden.

En un equipo con tanto potencial ofensivo como estos Rojos –los que más carreras anotaron en la jornada junto a Parral–, es inaceptable que el pitcheo abridor regale partidos antes de la tercera entrada. Más aún, cuando se trata de quien debía ser el pilar de la rotación.

¿Habrá una segunda oportunidad para Castro? Solo el cuerpo técnico lo sabrá. Pero la confianza no se regala dos veces. Y hoy, luego de su debut, Linder Castro está más cerca del bullpen o del olvido que del protagonismo.

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